Querida Akira:
Hace ya unos días que no estás con nosotros, y te extrañamos.
No puedo olvidarte... me cuesta mucho aceptar lo que ha pasado.
Tu dueña te quería muchísimo, y me consta que aún te quiere... siempre estarás en nuestros corazones.
No puedo escribir nada que describa el dolor que siento por tu pérdida.
Han sido unos días muy duros, nunca te olvidaré. Lo prometo.
Cristo, estoy aquí para lo que necesites... sabes que te acompaño con tu dolor.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
hola raquel, me ha dado mucha alegria que le hayas dedicado este pequeño espacio a la peque akira, como bien dices...nunca la olvidarémos!!...ella siempre fue especial y se hacia notar donde quiera que fuese... y como no desde que entraba a la clínica sólo esperaba el momento en que se abriera la puerta y la llamaran pada poder entrar... muchas gracias por todo.
Publicar un comentario